Lo que viene siendo cruzar el Atlántico a nado.

La Odisea
primera parte

Allá por el siglo VII o VIII antes de Cristo, Homero relata con lujo de detalles el viaje de vuelta a casa, después de participar en la guerra de Troya, del legendario héroe Odiseo (Ulises en latín); viaje en el que corre una suerte de desgracias y aventuras inspiradas y provocadas por el dios Poseidón (dios de los mares) al que no hizo mucha gracia que Ulises y sus hombres dejaran ciego a su hijo Polifemo, el cíclope, que lo único que buscaba era devorarlos vivos. Ulises invirtió en su viaje diez años sorteando obstáculos para poder llegar a su reino, Ítaca, junto a su familia. Permitidme hacer uso del recurso de la exageración para comparar mi particular odisáico viaje para volver a casa y disfrutar las Navidades en familia.  Mi Poseidón es US Airways, el mar que cruzar el océano Atlantico y la suerte y sucesión de desgracias paso a relatarlas a continuación:

Todo comienza un 21 de diciembre a las 6:00 horas de la madrugada, cuando, ignorante de lo que me espera, amanezco en Stony Brook (Long Island, NY) dónde después de ducharme y vestirme, cojo mis maletas y parto presuroso hacia la estación de tren, saliendo de la residencia un autobús para a mi lado y el conductor se ofrece a llevarme. A las 7:17 me subo al Long Island Rail Road (LIRR) hacia Penn Station en Manhattan, a dónde llego, puntualmente como acostumbre el LIRR a las 9:09 horas. En la Isla me dirijo a la "pharmacy" situada en los bajos del Empire State Building, dónde compro los últimos recuerdos estúpidos con los que agasajar a amigos y familiares. Cerca en la calle 34 tomo el metro, la línea W, hasta Astoria Blvd. en Queens dónde hago transbordo tomando el autobús M60 que a las 11:35 me deja en el aeropuerto de La Guardia. Facturo mi equipaje y viendo que tengo tiempo me voy a comer, pizza de champiñones y un "calzone" de salchicha italiana con queso. De regreso a la terminal de US Airways conozco a Markise (no se si está bien escrito) un amable neoyorkino de origen salvadoreño con el que mantengo una cálida conversación que termina con intercambio de números de teléfono, según me dijo, por si tengo algún problema no dude en llamarle.

Al rededor de las 13:00 ya estoy de vuelta en la terminal y me dispongo a pasar el control de seguridad, allí no me permiten pasar dos bolas de nieve que me habían encargado, acudo al mostrador de facturación con la idea de recuperar la maleta facturada e introducirlas, pero el amable caballero que me atiende, entre muchas disculpas, me dice que es imposible, con lo que, sin saber que hacer con ellas, se las regalo y me dice que se las dará a su hijo. Paso, sin problemas ya, el control de seguridad y me dirijo a mi puerta de embarque. El plan inicial era el siguiente:

Imagen por cortesía de Google Maps

Vuelo 1: JK9770

     Salida: 15:05 hs, Nueva York, Estados Unidos - La Guardia, Terminal US. (A)

     Llegada: 16:25 hs. Filadelfia, Estados Unidos - Philadelphia International Airport, terminal F. (B)

Vuelo 2: JK9752

     Salida: 18:35 hs. Filadelfia, Estados Unidos - Philadelphia International Airport, terminal A. (B)

     Llegada: 7:55 hs. (+1 día, 22/12/2010) Madrid, Barajas - terminal 1. (C)

Vuelo 3: JK7502

     Salida: 9:25 hs. Madrid, Barajas - terminal 2. (C)

     Llegada: 10:35 hs. Vigo, España - Vigo. (D)

Nada parece presagiar los acontecimientos de los días venideros, el vuelo figura en las pantallas como "on time" y en el cielo luce un radiante sol y unas condiciones climatológicas perfectas. a las 14:35 hs, hora del embarque, un empleado de US Airways nos dice que en breves momentos se procederá a embarcar nuestro vuelo... pero el tiempo pasa, y sigue pasando, y no embarcamos. A las 15:05, hora en la que estaba prevista la salida del vuelo, el vuelo no sale, ni hemos embarcado, mientras en las pantallas sigue figurando como "on time", preguntamos a los empleados que nos dicen que pronto embarcaremos. Al rededor de las 16:00 hs. nos comunican que nuestro vuelo se ha cancelado y que aquellos que hayamos perdido los enlaces debemos acercarnos a la ventanilla de "Special Services" para que se nos reasignen nuevos vuelos.

Durante las dos primeras horas de espera, de pie, sin poder abandonar la fila pues siempre hay algún aguililla que intenta colarse, cargados con las maletas, esperamos mientras vemos que reasignan vuelos a aquellos con destinos dentro de los Estados Unidos. Cuando estos ya están reasignados quedamos un grupo de unas 20 personas que habíamos perdido enlaces internacionales con destino Frankfurt, Roma y Madrid. Un único empleado nos atiende, uno por uno, ofreciendo soluciones poco deseables. Cuando llega mi turno llevaba yo esperando cuatro horas, con dolor de pies y de hombros, lo más hermoso que Jaime (que como es estadounidense se pronuncia "lleimi") me dice es que mi única posibilidad es volar el día 23, ya que, según dice, el problema es el enlace Madrid-Vigo, le digo que me vea la posibilidad de Santiago de Compostela o incluso Oporto, en último caso, le llego a comentar que si me quedo en Madrid ya veo yo otros medios. Me deja en manos de una subalterna que gestiona mis vuelos y al rato vuelve, mi opción es viajar el día 23 y llegar el día 24 a las 23:45 hs. a Santiago de Compostela. Como no parece haber otra posibilidad, me resigno, cojo los papeles y me voy al hotel que me pagan. Ceno con unas italianas que conozco en la cola (la cena corre a cargo también de US Airways) y me voy a descansar.

NOTA: Hotel La Guardia Airport. Si tenéis dinero que gastar,  pues no es especialmente barato, el personal ha sido de lo mejor que me he encontrado estos días. El restaurante tiene precios económicos (para ser Nueva York) y la comida es buena y abundante.

Cuando llego a la habitación del hotel, enciendo la televisión en la que no encuentro nada interesante, así que pongo las noticias de Antena 3 en el ordenador, aunque últimamente no las veo mucho pues se cortan al cargar y te tienes que tragar una y otra vez los mismo anuncios, veo que los aeropuertos europeos están colapsados, en España parece que no hay problema, pero París y Londres son un caos. Tomo los papeles que me dieron el aeropuerto para ver el plan que me esperaba... atónito, ojiplático, patidifuso, en shock durante unos momentos. Resulta que el vuelo que me ofrecen es un NY-Cicago-París-Madrid-Sevilla... si, y ojo al dato, algún/a cenutrio/a confundió los códigos y en vez de SCQ que es Santiago de Compostela puso SVQ que es Sevilla. Detalle del trayecto bajo estas líneas:

Imagen por cortesía de Google Maps

Vuelo 1: US6719Y 23 de diciembre

     Salida: 09:30 hs, Nueva York, Estados Unidos - La Guardia, Terminal US. (A)

     Llegada: 11:13 hs. Chicago, Estados Unidos - O'Hare Airport. (B)

Vuelo 2: US6672Y

     Salida: 18:21 hs. Chicago, Estados Unidos - O'Hare Airport. (B)

     Llegada: 09:40 hs. (+1 día, 24/12/2010) París, Charles de Gaulle. (C)

Vuelo 3: AF1700Y

     Salida: 14:05 hs. París, Charles de Gaulle. (C)

     Llegada: 16:10 hs. Madrid, Barajas (D)

Vuelo 4: IB102Y

     Salida: 22:45 hs. Madrid, Barajas (D)

     Llegada: 23:45 hs. Sevilla (E)

AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!!

Sevilla????

Hice tiempo hasta que fuera una hora decente para llamar a España y a las tres de la madrugada, hora local, nueve de la mañana, hora española, llamo a mi agencia de viajes y le comento a Alfonso el tema. Alfonso me confirma la que ya era mi idea: "vete al aeropuerto y no te muevas de allí hasta que te lo solucionen", me dice también que verá posibilidades y que me llamará más tarde. Cojo todos los papeles y al aeropuerto me voy, me planto en ventanilla y les comento, en mi inglés que no debe ser muy malo, el tema. Primero me dicen  que eso no lo llevan ellos, que tengo que llamar a un número de teléfono y no sé que más cosas, así que les pongo cara de pena con lo que se compadecen de mi y empiezan a gestionar, pero sin darme ninguna solución. En ese momento me llama Alfonso y me da una lista de vuelos para que les diga que en esos hay plazas libres, ya que es competencia del aeropuerto y el desde allí no puede hacer nada. Las amables señoritas de la ventanilla me dicen que esos vuelos son imposibles, Alfonso me dice que pregunte qué tramos  son los que tiene problema, el saldo está a punto de agotarse (en USA pagas tanto por llamar como por recibir llamadas), las señoritas no me contestan, Alfonso me dice que me ponga borde, que en un momento me vuelve a llamar con más opciones, insisto, me dicen algo apresurado en inglés que no llego a entender, sigo insistiendo... 

Al final pierdo los nervios cuando una de las que me están atendiendo me dice que ellos no tienen la culpa de que el temporal en Europa tenga los aeropuertos colapsados... ... ... ¬¬ ... ... ... ¿mande? ¿estamos tontos? ¿are you kidding me? y me pongo a gritar: "La culpa es vuestra, todos los vuelos que tenía que haber cogido han salido a su hora y han llegado a su hora (según me había dicho Alfonos), el vuelo que ha fallado es el NY-Philadelphia, que es un vuelo local y que no está afectado por la nieve de Europa, Madrid está operativo, Vigo está operativo, la culpa es de US Airways en NY que canceló mi primer vuelo".

Se hace un momento de silencio, medio aeropuerto nos mira, las señoritas se miran, una me contesta nerviosa algo que no llego a comprender en inglés, coge el teléfono y se pone a hacer llamadas. unos minutos después, con Alfonso nuevamente al teléfono, me ofrecen una nueva posibilidad, y yo vuelvo a respirar, y el peso del pecho desaparece, las nubes pasan y sale el sol (literalmente porque estaba amaneciendo). Esta es la opción que me ofrecen:

Vuelo 1: US1911Q 23 de diciembre.

     Salida: 06:00 hs, Nueva York, Estados Unidos - La Guardia, Terminal US.

     Llegada: 06:57 hs. Filadelfia, Estados Unidos - Philadelphia International Airport, terminal F.

Vuelo 2: US740Q

     Salida: 18:35 hs. Filadelfia, Estados Unidos - Philadelphia International Airport, terminal A. 

     Llegada: 7:55 hs. (+1 día, 24/12/2010) Madrid, Barajas - terminal 1. 

Vuelo 3: UX7129Y

     Salida: 9:55 hs. Madrid, Barajas - terminal 2. 

     Llegada: 11:10 hs. Santiago de Compostela, España.

A pesar de las 12 horas de espera en Philadelphia... Acepto, acepto, acepto.

Continuará...